Ya acostumbrada de nuevo al peso de la mochila y a caminar, disfruté mucho de estos últimos días. Además, es imposible no sentirse feliz en paisajes como los que ofrece Cabo Prior, Cariño, los acantilados de Teixido y playas como Mourozos, Santa Comba, Baleo u otras no tan conocidas como las de Porto Espasante, que sin duda se han convertido en unas de mis playas favoritas.
En una de las playas de Espasante encontré un sitio privilegiado donde coloqué mi tienda y viví uno de los momentos más mágicos de esta ruta. Un paisaje de acantilados y prados, un atardecer espectacular y un baño en una playa salvaje a pie de acantilado consiguieron que me sintiera muy viva y agradecida por todo lo vivido.
Aunque, sin duda uno de los sitios a los que más cariño tengo es Vicedo donde hace unos años ya estuve hacienda alguna ruta y encontré una hospitalidad y unos paisajes sorprendentes. Esta vez, no solo volví a encontrar esa hospitalidad en A Parrillada los Árboles quienes me dejaron montar la tienda en la terraza de su maravilloso restaurante, si no que además el ayuntamiento contactó conmigo para organizar un limpieza en la playa de Arealonga en la que recogimos 37kgs de residuos.
Asimismo, cuando estábamos terminando la limpieza apareció Ricardo que había leído un reportaje sobre este proyecto y se acercó hasta Vicedo para darme un palo con el que recoger residuos. Hablar con él fue inspirador, es una persona que lleva mucho tiempo cuidando el planeta, recogiendo residuos, organizando actividades de concienciación etc todo un referente en esta zona de la costa lucense.
Por otra parte, a pesar de estar muy feliz sigue siendo muy frustrante caminar por Doniños y encontrar sus aguas tan contaminadas, subir a Teixido y encontrar residuos en las cunetas o explicar en un pequeño bar lo que estoy haciendo y que te digan que podía utilizar mi tiempo para hacer algo más útil.
Quizás esas personas con las que charlé en el bar tengan razón y este proyecto no es útil y no va a cambiar nada, pero el cambio climático, la contaminación de nuestros residuos son una realidad. Son problemas complejos que nos afectan a todo/as y creo que es necesario desde la acción individual alzar la voz, concienciarse y cambiar nuestros hábitos de consumo.
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